Hablemos de cuándo hacer una carta compuesta. Al comenzar una relación, sin importar cuál sea su “etiqueta”, nos vendría muy bien conocer qué características del otro pueden compaginarse de forma idónea con nuestra personalidad. Es allí donde entra en escena la carta compuesta y sus beneficios; todo con el fin de que las relaciones sean armónicas.
Como ya lo hemos visto en artículos anteriores, una carta compuesta es una nueva carta que se genera al unir las cartas astrales de dos personas. Una lectura de esta índole nos permite trabajar mejor la relación a nivel emocional, física y hasta económicamente. A partir de esto, te contaremos cómo y cuándo aplicarla.
La carta compuesta una herramienta completa
Una carta compuesta o combinada nos lleva a identificar puntos esenciales nuestros como de los demás, logrando de esta manera que las relaciones fluyan de mejor forma.
– ¿Cuándo hacer una carta compuesta?
– ¿Para quiénes aplica?
– Elementos indispensables
– Más allá de la carta compuesta
¿Alguna vez se han preguntado por qué fluimos más en ciertos aspectos o nos va mejor relacionándonos con algún amigo que con nuestra propia pareja? La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: cada persona es un mundo completamente diferente y, de la misma forma, cada relación crea una realidad distinta. Es por esto por lo que, según las características de la carta astral de cada uno, algunos aspectos serán “mejores” que otros en los distintos escenarios.
¿Cuándo hacer una carta compuesta?
Al comenzar una relación, una de las primeras cosas que queremos saber es si esto va a funcionar. Esto sucede, especialmente, porque desconocemos la mayoría de los aspectos que nos brinda el otro y es allí justamente donde los beneficios de una carta compuesta nos dan una alternativa. La influencia directa de los planetas en la vida de cada uno es sin duda uno de los puntos de partida para identificar aspectos en las relaciones. Es por esto por lo que, al generar una nueva carta, es importante destacar aquellas cosas en común, lo que predomina en cada uno y, además, ser conscientes de aquellos escenarios en los que se pueden generar choques.
Cuando hablamos de relaciones, no solo nos enfocamos en aquellas que apenas están comenzando; aunque sería ideal tener claras muchas cosas antes de dar el paso inicial. También nos referimos a las que ya se han desarrollado en distintos tiempos y que desean que progresen o a encontrar elementos en común o no con el fin de tomar decisiones. Si tu relación no atraviesa su mejor momento y quieres identificar los posibles obstáculos u obtener herramientas con el objetivo de transformarla, la carta compuesta abre un abanico de posibilidades en cuanto a lo emocional, comportamental, aspectos materiales y espirituales.
¿Para quiénes aplica?
Hacer foco en las relaciones nos lleva a pensar directamente en las parejas; novios, esposos, compañeros permanentes o amigos muy cercanos. Pero la carta compuesta o combinada aplica para todo tipo de relaciones, ya que como lo explicamos más arriba en este mismo texto, cada vínculo con el otro crea un nuevo escenario a nivel astrológico. Ante esto, podemos realizar una carta compuesta con un futuro socio y, de esta manera, identificar en qué puntos la sociedad puede resaltarse, así como en qué debemos poner más atención para que no se deterioren los futuros negocios que adquiramos con esta persona.
De igual modo, podremos efectuarla con nuestros hijos, hermanos o amigos. Esto nos llevará a tener clara su realidad respecto a la nuestra y así procurar que la relación no vulnere a uno o a otro, sino que se desenvuelva de la mejor forma para ambos. Para citar un ejemplo muy sencillo, imaginemos que hacemos la carta compuesta con nuestro hijo o hija. Allí lograremos ver cómo nos podemos comunicar de la mejor manera con ellos, entendiendo que la casa III es la que nos marca todo lo relacionado con la comunicación fluida y la capacidad que debemos tener para que el otro nos entienda.
Elementos indispensables
Al presentarse de la misma manera que una carta astral, la carta compuesta contiene elementos indispensables para su análisis. Por ejemplo, debemos identificar la influencia del Sol y de la Luna, además de los planetas y la información que se resalta en cada una de las 12 casas. Para que lo veamos de una forma más profunda, leamos el siguiente ejemplo: Una pareja de novios está pensando dar un paso más allá en su relación. Su idea es irse a vivir juntos, pero aún tienen muchas cosas por resolver. Tanto él como ella optaron por hacer su carta astral y, a su vez, decidieron hacer su carta combinada.
En la carta combinada de ambos logramos ver los siguientes resultados:
Si en la Casa I encontramos a Venus y a Júpiter, obtendremos un indicio de que la pareja siempre estará en expansión y crecimiento. Muchas personas que los frecuentan los verán como referentes y querrán ser como ellos. En el sector de la Casa II de la carta astral podremos identificar los valores más arraigados de la relación, además de cómo ingresará dinero a su hogar, ya que es una de sus mayores preocupaciones.
Luego, como una de las dudas más frecuentes es la estabilidad emocional de la pareja y su capacidad para perdurar una vez que estén viviendo juntos, en las casas IV y VII interpretaremos si la unión tendrá un ambiente tenso o de energía muy pesada en su día a día. Por otro lado, si tendrán la suficiente fortaleza para enfrentar las pruebas que tendrá la relación. Finalmente, observaremos el tipo de sexualidad que tendrán en esta nueva etapa, entiendo si es algo más carnal o si experimentarán una sexualidad más sagrada.
Más allá de la carta compuesta
Dejando de lado la creación de un nuevo ambiente, que es el se genera cuando se tiene una nueva relación, podemos ver más de cerca la química que existe entre dos personas en los diferentes tipos de relaciones; a este análisis puntual es que le llamamos sinastría. La sinastría nos permite ver lo que cada individuo siente o percibe del otro, mostrando así los niveles de comprensión o cuán bien nos puede hacer emprender o continuar dicha relación. Al igual que la carta compuesta, son distintos elementos los que se deben analizar, pero esta vez será uno en función del otro con el fin de determinar la compatibilidad entre ambos.
En conclusión
No hay que dejar que nuestras relaciones se desarrollen al azar. La astrología nos brinda herramientas para que nos conozcamos y para que al compartir con otros tengamos mejores bases desde el conocimiento humano y astral. Prepararnos previamente al conocer o comenzar a frecuentar a alguien puede acortar muchos caminos que, al no identificarlos previamente, nos pueden llevar a cometer errores del pasado o enfrentarnos a cosas que no quisiéramos para nuestra vida. Es por esto por lo que al saber usar estas herramientas tenemos la capacidad de crear la vida y las relaciones que tanto deseamos, no alejada de pruebas u obstáculos, pero sí con la capacidad de saberlas solventar una vez aparezcan.
Si sientes que estás en un momento clave de tu relación o si recién estás comenzando a interactuar con alguien y quieres conocer mucho más de ti mismo y respecto al otro, te invito a que me contactes cuando quieras. Así agendaremos una cita y hablaremos de todo lo que necesite tu carta astral, carta compuesta o la sinastría.
Astróloga Silvia Rioja © 25 de mayo de 2022
Pampa Missayuq (Cosmovisión Andina), Creadora de Rituales Mágicos
Cartas Astral, Astrología Psicológica y Ancestral
Lectura del Tarot Egipcio
Descodificación Astro-Emocional
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